Imagina la herejía de derribar el pudor que te regía.
Esto es sudor, es deseo, es biología,
es magia que contagia energía,
es la estrategia que te urgía.

Imagíname animando tu líbido subliminal,
algo imposible de dominar.
Intima termodinámica abdominal que culmina
en un tsunami de líquido seminal, fenomenal.

Imagina que hoy es la fecha en que desechas
tu mal humor por una sonrisa satisfecha.
Echa leña a la hoguera y aprovecha
que vengo a ensanchar tu mentalidad estrecha.

Imagínate que la ansiedad te acecha,
y que de repente mi voz escuchas,
modestia lucha pero lujuria se encapricha.
Imagina la dicha de tomar juntos una ducha.

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Soy la copa de vodka que refresca tu boca,
el calor que te sofoca aún con poca ropa.
Soy el demonio que te da lo que te toca,
mi cama un manicomio, entras y te vuelves loca.

Tú provocas morbo con tu fuego interno,
yo y mi verbo enfermo formamos un horno.
Pornográficos recuerdos
de mi cuerpo adentrándose en tu cuerpo.

Cuéntame tus fantasías y fetiches,
lentamente ríndete al derroche.
Sabes, cuando el destino juega de pitcher,
debes batearle aunque te ponches.

Y esta noche el placer es tu derecho,
puede ser en tu coche, puede ser en el techo.
Deja que desabroche la cárcel de tus pechos
y hagamos todo aquello para lo que fuimos hechos.